
Una escena cotidiana: una docente creativa frente a la pantalla, escribe “Explicá la fotosíntesis para chicos de primaria” y espera. La inteligencia artificial responde con una definición correcta, pero impersonal, tan genérica como la de cualquier manual escolar. La docente se detiene, reflexiona, y reformula: “Imaginá que sos maestra de quinto grado y tenés que explicar la fotosíntesis como si fuera un cuento para tus alumnos.” La respuesta, entonces, cambia por completo.