En Castex: Clara, la chica de los mandados

Es Clara, es cartonera, es estudiante, es gestora en administración de empresas, es desocupada, es ocupada, es la chica de los mandados, es la niñera de la hija de la docente, es la que cuida abuelas los fines de semana, es la que se la rebusca, es la que se pasó al curso de la tarde para que no la miren como la cartonera, es la que te juntó en Castex las botellas y los cartones que vos tirabas, es la novia del chico al que le preguntan… “¿vos sos el que andás con la cartonera?”. 

Entrevistas17 de enero de 2022Por: Cristian Javier AcuñaPor: Cristian Javier Acuña
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Clara tiene 24 años. Si estuviese en una de las tantas grandes ciudades en su bici llevaría la caja ploteada con Pedidos ya o Repartos ya. Pero está en Castex y es la chica de los mandados. En su bici, la caja vacía es marca Solitas – rosquitas bañadas en chocolate-, de esos cartones duros; los mismos cartones duros que levantó calle por calle cuando cursó la secundaria y tiraba un carro de chapa que hoy tiene en el patio de la casa de su mamá: lleno de olvido, pero de un olvido que no se olvida. 

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El carro de chapa con el que juntaba botellas y cartones. 

“Cuando hacía el secundario le ayudaba a mi mamá y juntábamos cartones y botellas. Yo tiraba un carro. Ahora hago mandados en bicicleta: pago boletas de servicios de luz, gas, o mandados a aquellas personas mayores que no pueden ir al súper”. 

Clara suelta una historia propia, con nombre propio. “Soy Clara Fredes y ahora que estoy más grande y miro hacia atrás, me doy cuenta de las veces que fui discriminada. Muchas veces en la escuela. Me tuve que pasar del turno de la mañana al de la tarde. No está bien visto que uno se las rebusque juntando cartones si no tiene un trabajo”. 

Estudió, pero parece que no alcanza. Y como no alcanza, sigue estudiando. También sigue, como cuando tiraba el carro, rebuscándosela.

“Yo me las rebusco siempre. Terminé el secundario y estudié una tecnicatura en Gestión en Administración de Empresas. Llevé currículum a las estaciones de servicios, al hospital, la cooperativa, pero nunca me llamaron. Acá hay servicios de cadetería, pero en moto. Yo hago mandados en bici. Por la mañana cuido la niña de una maestra y ahora los fines de semana cuido abuelas. También trabajé limpiando en La Anónima”. 

No se queda ahí, sigue estudiando y ahora está por terminar una carrera terciaria de gestión en microemprendimientos. “Creo en que muchas veces es injusto. Veo que hay quienes tiene mi edad o más chicos y consiguen trabajos por tener algún contacto. Pero sigo, porque desde chica sé que hay que remarla día a día”, dice. 

Este lunes 17 de enero de 2022, Clara volvió a postear en su cuenta de facebook la leyenda “recuerden que sigo haciendo mandados por 150 pesos…”.

Donde habita el olvido

“Primero no quería contar algunas cosas. Como esto de cómo sufrí por ser cartonera, pero es mi historia, es parte de mí”. 

En el tradicional cucú del centro de Castex, Clara se saca una foto. Su bici, con un canasto adelante y una caja atrás, esperan por el próximo mandado, antes de que se haga el mediodía. De fondo, el reloj marca las horas, pero no las horas de un tiempo más justo que se ha olvidado en llegar.

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