
Una historia bien contada no tendría que empezar mintiendo, y menos con el nombre. Se supone que el primer paso de cualquier empresa debe ser el más seguro, el más confiable, el más claramente conocido, y por ende, si ya el título de esta historia tiene dejos de irreal, vicios de mentira, o falta a la verdad, los augurios no serían los más prometedores.

































